domingo, 26 de abril de 2020

" ¡ JUGANDO CON DEL PRADO ! "




#NosQuedamosEnCasa… ¿Pero cómo?

Para los niños/as las rutinas son actividades que permiten obtener información del mundo que les rodea y responder con seguridad a las demanda del entorno. Todos los niños/as necesitan de orden y estructura en su vida práctica, y en el paso por esta situación que hoy vivimos, ésta puede verse desestabilizada.

Es por esto, que hacemos hincapié en la mantención de rutinas tal y cual como eran antes del inicio de la cuarentena:

  1. Creamos rutinas básicas: Establecemos un horario, un espacio físico y normas. Con rutinas básicas referimos a: Desayunar en determinado horario/en caso de asistir a clases por la mañana realizar actividades en el horario correspondiente a la misma/ almorzar/realizar actividades de ocio - recreativas/continuar con alguna tarea escolar, etc/dormir…
  2. Constancia: Mantendremos en el tiempo las rutinas y daremos la oportunidad al niño/a de que participe de forma activa de ellas.
  3. Introducimos rutinas específicas: una vez que el niño/a ha incorporado o integrado las rutinas básicas, y ya ha creado hábitos, podemos introducir rutinas específicas que variarán en función de la edad del niño/a, de sus gustos e intereses y a su vez de las costumbres familiares. Estas rutinas específicas no tienen porque darse todos los días. Se trata de que día a día, el niño realice algo que disfrute y le de placer.

Recomendaciones para la regulación de la ansiedad

¿Qué es la ansiedad? Es una respuesta conductual fisiológica, afectiva, y cognitiva que se activa al anticipar sucesos o circunstancias que se juzgan como muy aversivas porque se perciben como imprevisibles, incontrolables que potencialmente podrían amenazar contra los intereses vitales de un individuo.

La situación nueva de pandemia dispara estados de ansiedad. El elevado nivel  de incertidumbre que acompaña esta situación precipita y mantiene un estado de captación
ansiosa que constituye la preparación frente a una amenaza nueva y desconocida.

Es por eso es importante que cuidemos nuestra mente y la de nuestros niños:

  1. No compartamos mensajes catastróficos, sólo información de fuentes confiables. Tomemos recreos de las noticias, alejándonos y por sobre todo alejando a los niños de las pantallas y las redes cuando no es necesario.
    Tener un control de ello.
  2. Establece una red de contención con familiares y amigos.
  3. Exponganse a la luz solar, de la manera que sea (incluso por la ventana más cercana).
  4.  Sean tolerantes en la convivencia, creativos.
  5. No dormir ni más, ni menos de lo usual.
  6. Cuidar higiene y limpieza del hogar.
  7. Realizar actividad física (aprovechar y realizarla todos juntos)
  8. Hidratate.
  9. Mantener horarios habituales. ¡Vestite! ¡Dejen los pijamas!
  10. Pongan metas y planifiquen actividades.
  11. Hagan lo que tenían postergado: Leé, ordena, etc.
  12. ¡DIVIERTANSE EN FAMILIA!


“La adversidad tiene el don de despertar talentos que en la comodidad hubieran
permanecido dormidos”



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